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Ensayos en “preformas” de PET para seguridad del consumidor

El CryoMill reduce las "preformas" de PET rápidamente a un polvo de 100 micras o menos, para la determinación siguiente del contenido de formaldehído.


El formaldehído es un producto químico utilizado ampliamente en la producción industrial de materiales como plásticos, en el procesado de telas o en la preservación de materiales biológicos. Sin embargo, el formaldehído es también considerado por muchas normas como peligroso para la salud. Puede provocar reacciones alérgicas y ha sido clasificado como cancerígeno en 2004. Según la norma alemana Oeko-Tex 100, la ropa para niños no debe contener concentraciones de esa sustancia superiores a 20 PPM.

La industria de bebidas determina el contenido de formaldehído en las botellas de plástico como parte de su proceso de control de calidad. Normalmente se hace en las “preformas” de las botellas. Antes de realizar el análisis debe extraerse el formaldehído de la muestra. Para hacerlo de forma reproducible, la muestra ha de ser previamente triturada. Como el formaldehído es una sustancia volátil, la introducción de energía mecánica necesaria para el proceso de molienda puede favorecer su evaporación. Para evitar este efecto, el método elegido es la molienda criogénica. El paso previo, sin embargo, es una premolienda, suave y de corta duración, de las “preformas” en un molino de corte, como el SM 100 de RETSCH, con un tamiz de fondo de 6 mm. Los gránulos así obtenidos se pulverizan a -196ºC con nitrógeno líquido en el CryoMill de RETSCH. El enfriamiento asegura que no habrá calentamiento durante la molienda, evitando la fuga del formaldehído. Además, la muestra se hace más frágil, lo que facilita el proceso de molienda. El Cryomill reduce las “preformas” rápidamente a un polvo de 100 micras o menos, del que ya se puede extraer el formaldehído. El análisis espectroscópico se realiza entonces por reacción en color (por ejemplo, con el test MBTH o Schiff).

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